martes, 26 de octubre de 2010

y todo sólo va dejando de ser poco a poco

tiene que ser aquí y ahora, en el momento, en el único momento que tengo, porque después todo evapora y deja de ser y es cada vez menos, como si fuera una cuenta regresiva donde cada segundo, pesa y vale y pesa, pesa demasiado en mi conciencia, en mis caminos que se cruzan, que se pierden y desvían...y me mortifica el pasado con su polvo y su olor a muerto...aveces siento que escucho las voces y que permanecen y que está ahí para que todo vuelva a ser de nuevo, como si todo lo pasado estuviera volviendo a pasar
no sé si será miedo al tiempo y a su jugueteo extraño...porque el pasado vuelve, porque el presente no es y el futuro se planta como ilusión de acuarela...todo es tan complejo, pareces un nudo que no tiene forma de ser desatado, algo que no tiene vuelta, o que tiene muchas, demasiadas.
te miro y sé qué algo queda algo del que fuiste ayer y yo no puedo volver a mirarte como antes porque no logro resistir que todo sea tan pasajero, los segundos me atrapan en su correr incesante que no acaba y que quiero detener.
me agobia pensar que todo pierde sentido si nada es y sigue siendo...siento como mi cabeza palpita y quiero darme golpes contra la pared preguntándome, entonces qué tengo, qué hay, que sentido tiene estar aquí...y el brillo de tus ojos, y el brillo de los míos, eso también se irá? Me agobia el momento, el aqui y el ahora, me agobian los pasos de muertos que das sobre mi espalda...Y mañana, qué habrá mañana, estarán aún los sueños de la niña, los cachetes colorados, estará la tierra y estaré yo como estoy ahora...creo que se congeló el sentimiento en un lugar en el espacio, en un lugar vitual, hecho de códigos binarios y contraseñas, en un espacio en que el tiempo se cristaliza, en la palabra, en la foto, en la canción, en el sofista y bullanguero que me traía loca y yo era la pequeña...pero ahora también lo soy un poquito y el pasado vuelve y me agarra desde dentro con tanta fuerza que me dejo llevar por un impulso hipócrita, lleno de miedo, de búsqueda de lo que tiene que permanecer para salvarme, para sentir que vale la pena la lágrima, la risa, los ojos, la piel... siento el placer, la satisfacción de participar una vez de ese ser que no es y que vuelve para ser por un momento...y si tiene nombre, no sé...eso que hace que nos reconozcamos en la mañana, qué quedan? los ojos que se vuelven cada vez más opacos, la cara que se arruga día a día, nopo
eso tampoco queda, qué queda de mi cara de niña, qué queda del seño fruncido de las pesadillas, sólo huellas, marcas, vestigios de algo que no volverá a ser jamás, y todo sólo va dejando de ser poco a poco

sábado, 7 de agosto de 2010

Esa Gata que aúlla en tu tejado,
Tu Gata veleidosa, que se mete por tu ventana y juguetea entre tus piernas.
Esa que chilla cuando con tu pene espinoso le entierras el deseo en una noche fría de agosto...
tus noches y esa gata, esa que cuando nevaba te lamía el rostro. Y tiene la luna llena pegada en el firmamento y te canta, y te olorosa...
La perra desde el suelo, le ladra, la persigue, pero no la alcanza...
y si cayera en sus fauces la destrozaría...
Una gata caminando en tu techo, esperando que caiga una teja
y la perra, la perra, la perra...

martes, 27 de abril de 2010

El fornicio

Te besaré en la punta de las pestañas y en los pezones,
te turbulentamente besara,
mi vergonzosa, en esos muslos
de individua blanca, tacara esos pies
para otro vuelo más aire que ese aire
felino de tu fragancia, te dijera española
mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
nórdica boreal, espuma
de la diáspora del Génesis... ¿Qué más
te dijera por dentro?
¿griega,
mi egipcia, romana
por el mármol?
¿fenicia,
cartaginesa, o loca, locamente andaluza
en el arco de morir
con todos los pétalos abiertos,
tensa
la cítara de Dios, en la danza
del fornicio?

Te oyera aullar,
te fuera mordiendo hasta las últimas
amapolas, mi posesa, te todavía
enloqueciera allí, en el frescor
ciego, te nadara
en la inmensidad
insaciable de la lascivia,
riera
frenético el frenesí con tus dientes, me
arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
de otra pureza, oyera cantar las esferas
estallantes como Pitágoras,
te lamiera,
te olfateara como el león
a su leona,
para el sol,
fálicamente mía,
¡te amara!

martes, 16 de marzo de 2010

-¿Te habían dicho que tienes una nariz muy linda?-
-Sí

jueves, 25 de febrero de 2010

Vuelven

Vuelven esos fantasmas que me jalan las patas durante las noches, que me abofetean el rostro y me sacan lágrimas a chorros. Vuelven los sueños locos, las paranoias y las persecuciones. Vuelven y yo no soporto que mi cabeza se infle y mi corazón se desangre. El nudo en garganta ahora es un tapón que no deja salir los gritos de ira, las puñaladas y los puñetazos que están escondidos. Todo absurdamente contenido y justificado por ojos que pestañean y se reflejan en otros ojos (no los míos).

viernes, 29 de enero de 2010

Lágrimas


Llorar. Dejar que tu vista se nuble y se ponga acuática. Llorar y dejar que se humedezcan las mejillas con gotas saladas. Llorar y lamerse los labios cuando allí desenbocan las lágrimas. Llorar para decir muchas cosas o por nada. Llorar hasta empezar a sentir que la cabeza se va a reventar. Llorar y quedar con el sabor de las lagrimas en la garganta, con el pecho apretado o suelto. Llorar te hace sincero o miserable. ¿Enfermo o sensible? Depende de la ocación, depende del corazón. Ojalá tuviera una balanza para saber qué prima en mi vida el llanto o la sonrisa. Si me miro la cara sé por las arrugas de mis ojos que el llanto. Pero, yo aprendí a sonreir con los ojos y a reír con mis lágrimas, no es metáfora. Hay personas que tiene verguenza de llorar frente a los demás, es algo más íntimo. Hay personas que tienen verguenza de reír con los demás, es algo más íntimo. Yo sé que en ese momento especial, es más especial, la felicidad se me hizo borrosa y mojada.