martes, 26 de octubre de 2010
y todo sólo va dejando de ser poco a poco
sábado, 7 de agosto de 2010
domingo, 13 de junio de 2010
martes, 27 de abril de 2010
El fornicio
Te besaré en la punta de las pestañas y en los pezones,
te turbulentamente besara,
mi vergonzosa, en esos muslos
de individua blanca, tacara esos pies
para otro vuelo más aire que ese aire
felino de tu fragancia, te dijera española
mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
nórdica boreal, espuma
de la diáspora del Génesis... ¿Qué más
te dijera por dentro?
¿griega,
mi egipcia, romana
por el mármol?
¿fenicia,
cartaginesa, o loca, locamente andaluza
en el arco de morir
con todos los pétalos abiertos,
tensa
la cítara de Dios, en la danza
del fornicio?
Te oyera aullar,
te fuera mordiendo hasta las últimas
amapolas, mi posesa, te todavía
enloqueciera allí, en el frescor
ciego, te nadara
en la inmensidad
insaciable de la lascivia,
riera
frenético el frenesí con tus dientes, me
arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
de otra pureza, oyera cantar las esferas
estallantes como Pitágoras,
te lamiera,
te olfateara como el león
a su leona,
para el sol,
fálicamente mía,
¡te amara!
martes, 16 de marzo de 2010
jueves, 25 de febrero de 2010
Vuelven
Vuelven esos fantasmas que me jalan las patas durante las noches, que me abofetean el rostro y me sacan lágrimas a chorros. Vuelven los sueños locos, las paranoias y las persecuciones. Vuelven y yo no soporto que mi cabeza se infle y mi corazón se desangre. El nudo en garganta ahora es un tapón que no deja salir los gritos de ira, las puñaladas y los puñetazos que están escondidos. Todo absurdamente contenido y justificado por ojos que pestañean y se reflejan en otros ojos (no los míos).
viernes, 29 de enero de 2010
Lágrimas
Llorar. Dejar que tu vista se nuble y se ponga acuática. Llorar y dejar que se humedezcan las mejillas con gotas saladas. Llorar y lamerse los labios cuando allí desenbocan las lágrimas. Llorar para decir muchas cosas o por nada. Llorar hasta empezar a sentir que la cabeza se va a reventar. Llorar y quedar con el sabor de las lagrimas en la garganta, con el pecho apretado o suelto. Llorar te hace sincero o miserable. ¿Enfermo o sensible? Depende de la ocación, depende del corazón. Ojalá tuviera una balanza para saber qué prima en mi vida el llanto o la sonrisa. Si me miro la cara sé por las arrugas de mis ojos que el llanto. Pero, yo aprendí a sonreir con los ojos y a reír con mis lágrimas, no es metáfora. Hay personas que tiene verguenza de llorar frente a los demás, es algo más íntimo. Hay personas que tienen verguenza de reír con los demás, es algo más íntimo. Yo sé que en ese momento especial, es más especial, la felicidad se me hizo borrosa y mojada.