Es normal aunque no lo paresca.

Últimamente tengo más sueño. Escribo mucho menos y peor que antes. Creo que me dedicó mayormente a escuchar, de una forma grotesca. Me gusta oír las conversaciones de la gente, en el metro, en el micro, en el colegio, en el preuniversitario. En todas partes me gusta oír lo que otros dicen, sus quejas, sus sueños, sus preocupaciones. A veces, cuando me sorprendo oyendo descaradamente a las personas que me rodean, me siento un poco psicópata. Pero, sólo un poco. Inicialmente me dedicó a identificar el tema, luego en las palabras que utilizan y finalmente en la carga emotiva que conllevan esas palabras. Me he topado con temas y frases que tiempo atrás eran propias. A veces, cuando escucho a las personas me oigo a mi misma diciendo idioteces. Otras veces, me sorprendo con la diversidad de visiones que existen de un mismo hecho. Cuando escucho a las personas, hablar del amor, del matrimonio, del transantiago, de política, del baile del koala, de las alzas al pan, de la delincuencia, de las cuentas impagas, de la telenovela, del trabajo, de la libertad, de la juventud, de la vida…me siento extraña…estúpidamente ajena. Y recuerdo que muchas de las cosas que oigo y me parecen tonteras, las he dicho, también en lugares públicos y con un volumen apto para ser oído, por otro que las considera estupideces. Ahora prefiero el silencio, aunque me cuesta. Lo bueno, es que el MP3 se ha popularizado, y la mayoría de las personas prefiere escuchar a sus interpretes favoritos, la locución del partido de fútbol o lo que sea, antes que escucharse a si mismos en otros hablando estupideces, y digo estupideces, porque generalmente lo que oigo es una reproducción exacta de lo que algún tipo a dicho en televisión. O son visiones prejuiciosas y cargadas de una emotividad impresionante que las vuelve poco objetivas…

Pero, ¿Qué idiotez estoy diciendo? La vida y el ser humano son emotividad, todo tiene sentido porque sentimos. No podemos ser objetivos en relación a la vida y sus implicancias.

Últimamente tengo más sueño. Y prefiero callar. Prefiero oír, prefiero observar… últimamente prefiero no pensar… ¿Por qué?
Simplemente porque me cansé de contradecirme, de la inconstancia y la inconsecuencia de la que soy vida representación. Parece algo premeditado. Siempre lo que vivo se opone a lo que digo. Prefiero callar. Prefiero dormir. Prefiero descansar. Prefiero…